La televisión no tiene limites....

No es novedad que los reality shows son un negocio muy ventajoso para las cadenas de televisión de España. Y son tan rentables que los productores parecen haber perdido cualquier límite ético o moral a la hora de conseguir el mejor producto. Cuatro acaba de presentar su nuevo reality, Perdidos en la tribu. Un producto televisivo que pretende integrar a una familia española con la tribu indígena africana bosquimanas.

"Un reality show con pretensiones de antropología barata que pretende hacer convivir a familias españolas con pueblos indígenas en una especia de Gran Hermano exótico". Así lo define la Fundación CEAR-Habitáfrica que denuncia que todo es una farsa ya que la realidad que muestran está desfigurada tanto en las vestimentas como en las viviendas de dicho pueblo. "Es cierto que son tribus remotas, de un mundo rural aislado, pero no viven en chozas, sino en chabolas de chapa. No cazan y la tierra es privada", asegura la cooperante de Habitáfrica, Silvia Sala, que trabaja en la zona desde hace 4 años. Además, CEAR acusa a la productora Eyeworks Cuatro Cabezas de perjudicar la labor de la organización que, desde 2006, trabaja en el desarrollo de esta tribu con un presupuesto de un millón de euros, en colaboración con la Agencia Estatal de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores.

A cambio de dejar su hábitat natural y, en el caso de los niños, no asistir al colegio durante la duración del rodaje -1 mes-, se les ha retribuido con una cantidad de dinero irrisoria teniendo en cuenta los graves problemas que padece esta población. Algo que Sogecable, empresa responsable de emitir el reality, ha negado rotundamente. "No se les ha pagado como si fueran actores, pero se les ha compensado de manera material y el Gobierno de Namibia es el que ha facilitado el contacto con la tribu", justificaron.

Con una población de 100.000 personas, la tribu de los bosquimanos, concentrados en Botsawa y Namibia, sufren desde hace décadas la explotación de los sucesivos gobiernos locales que han expoliado sus tierras ricas en materias primas, diamantes, uranio, cobre o zinc desplanzándolos a nuevas tierras. Esto sin contar que la esperanza de vida de este pueblo apenas alcanza los 47 años y que, según datos la ONG Survival, el sida se extienda entre el 40% de su población.

Ya basta con soportar que inunden la pantalla con un grupo de personas que pierden su dignidad encerrados en una casa, o con un puñado de soñadores que pretenden convertirse en artistas soportando incluso que un tal "Risto" los degrade hasta límites insospechados. Pero explotar a una tribu africana para ganar dinero, ya les vale!!!