Lo que no debía ser

Vivían en pisos pateras en condiciones infrahumanas, debían pagar por el viaje hasta el lugar de trabajo, la comida diaria les costaba unos 30 euros y, encima, eran amenzados y hasta agredidos fisicamente. Así vivieron durante cinco días en Sevilla un grupo de 27 inmigrantes búlgaros que, según denunciaron, habían llegado a España supuestamente contratados por una empresa que les prometió 40 euros por día de trabajo. Una ilusión que se desvaneció ni bien pisar tierra española. Muy distinto a lo que debía ser, se toparon con dos españoles -dueños de las tierras donde se realizaban las labores- y dos búlgaros que se dedicaron a explotarlos durante cinco días. Sin papeles, sin contrato laboral, sin seguridad social y cobrando unos míseros 10 euros por jornada, los afectados se acercaron a la Guardia Civil para denunciar lo sucedido. Conclusión: Mientras que los cuatros culpables ya se encuentran detenidos, la mayoría de los inmigrantes, estafados en su buena fe, ya manifestaron su deseo de salir lo antes posible de la localidad y hasta del país.

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